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La historia del nieto que reconoció a su tía en televisión

Hace ocho años fallecía Nya Quesada, una actriz de programas populares en la televisión y el cine, pero que también luchó junto a las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos y nietas.

Noticias - Derechos Humanos 06/12/2021 Redacción
OBRA DE TEATRO
La pieza teatral Vía Láctea reconstruyó la historia de Nya Quesada

Un día como hoy, se recuerda a una actriz muy popular de la televisión y el cine que se convirtió en Abuela de Plaza de Mayo. Se la vio en películas como La guita, El profesor tirabombas y La nona, antes de luchar por los derechos humanos cuando la dictadura secuestró a su hija y su yerno en 1978.

En ese operativo, también se llevaron al pequeño hijo de ambos, Nicolás, de dos años, que fue dejado en un juzgado.

Mirando televisión, reconoció a su tía abuela, la también actriz Menchú Quesada. Así, Nya (diminutivo de Armonía), pudo reencontrarse con su nieto veinte días después del secuestro. Desde entonces, acompañó la lucha de Abuelas.

NYA QUESADA

EL TESTIMONIO DE NYA

En el mensuario de Abuelas, publicaron el testimonio que recogieron de Nya en relación a su historia personal y el secuestro de su hija. A continuación reproducimos parte de ese relato.

"Los vecinos nos dijeron lo que había pasado. Voltearon la puerta, ya desde la calle, porque eran esas casas donde viven varios vecinos y subieron, robaron todo lo poco que podían tener porque no tenían nada de lujo, se llevaron la ropa, el televisor y se los llevaron a los tres: mi hija Adriana, a Nicolás que tenía dos años y a Miguel, que era electricista y también se llevaron sus cosas para trabajar. Ahí empezamos la búsqueda. Menchu (Menchu Quesada, actriz, hermana de Nya) salía con su auto de un lado a otro a buscar.

Nosotros íbamos a Sierra Chica, a los hospitales, a las comisarías, a institutos de minoridad. Así pasamos 20 días. Buscábamos a todos pero más que nada al bebé, a Nicolás. Nicolás llegó a la minoridad de San Martín, hay muchas versiones de cómo llegó ahí, pero la verdad no la sabemos. La secretaria del juez y la madre lo llevaron a su casa y lo volvían a traer a las siete de la mañana y se lo llevaban a la tarde. Durante esos días, cuando miraban televisión y había una novela que decía 'con la participación de Menchu Quesada' Nicolás con dos años y medio decía: 'esa es la tía'. Menchu tenía un (auto) Ami 8 rojo y él en la calle decía: 'ese es de mi tía'.

Además reconocía a Emilio Disi y a Dorys del Valle. Finalmente le informan al juez, quien hace llamar a Canal 9 donde le dan el teléfono de Menchu, y el juez la llamó y le preguntó: '¿Ud. es la tía de Nicolás?'

Inmediatamente fuimos para allá. Nosotros tuvimos a Nicolás a los 20 días justos. El nene cuando volvió me decía: 'Abuela, tiráte al suelo'. Yo me tiraba y le preguntaba para qué, y él me decía 'Tiráte, tiráte como mamá También me decía que abriera la ventana y que habían ido basureros cargados con cosas. El se quedó con el recuerdo de que habían ido y que metían cosas para llevarse. No podemos saber cuánto estuvo con la madre, cuánto tiempo, pero sí que pasó por una comisaría y que de una comisaría lo llevaron. Pero también me dijeron que lo llevaron a la casa de unas mujeres policías que también hay en la minoridad de San Martín. Fuimos y nos dijeron que sí, que había estado unos días, como de paso. Nicolás tuvo la suerte de estar con nosotros muy pronto, y le pudimos dar todo nuestro amor. Otros chicos, pobrecitos, están con los problemas de que los han engañado y no pueden reconocer a sus padres, a sus abuelos, a sus raíces. Mi hermana Juanita cuando era chiquito lo llevaba a la plaza y él decía que tenía otra casa, la casa de su mamá.

En Año Nuevo, cuando llegan las doce todo el mundo está alegre, yo siempre me salgo a la calle, cuando pasa el brindis. Yo admiro a las demás madres porque tienen mucha más fortaleza que yo, y eso que yo soy una mujer de avanzada, y sin embargo en esto, no puedo, no puedo... No sé de donde sacan fuerza las madres. Es algo increíble, a nosotras nos robaron a nuestros hijos, ellos querían la libertad, y mejor no pensar a la noche lo que les han hecho, eso es terrorífico. Es algo que no se puede concebir que las madres estén de pie. El médico mío me llama madre coraje, yo siempre le digo que los árboles mueren de pie y nosotras también".

Abuelas / HORACERO

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