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Tita, una chica superpoderosa

Nació en un conventillo del barrio San Telmo, una placa en calle Defensa 715 la recuerda todavía. Al no poder mantenerla, la mamá la internó en un asilo infantil. Se hizo desde abajo.

Cultura - Escena 21/03/2022 Daniel Rafalovich*
TITA MERELLO
La inigualable Tita de Buenos Aires

RAFA 1Escribe Daniel Rafalovich*

Laura Ana Merello (“Tita Merello”) fue una parte fundamental de la llamada “época de oro” del espectáculo argentino. Estrella en el teatro, la radio y el cine, su vida no fue nada fácil: por el contrario, se forjó bien desde abajo, fortaleciéndose con cada golpe que la vida le propinó.

Nació en un conventillo del barrio de San Telmo el 11 de octubre de 1904 y fue anotada por su padre Santiago, cochero de mateos. Santiago murió de tuberculosis a los 4 meses del nacimiento de Tita. Recién cuatro años después  fue reconocida por su madre, una chica uruguaya de 23 años. Al no poder mantenerla, la mamá la internó en un asilo infantil. Más tarde, niña aún fue llevada a una estancia de la provincia de Buenos Aires donde desarrolló duras y múltiples tareas rurales. Tita recordaba muchos años después: “Mi infancia fue breve. La infancia del pobre es más breve que la del rico. Era triste, pobre y fea”. Sin ninguna educación formal, cuando comenzó su incursión en el teatro aún no sabía leer ni escribir.

PALCA

Tras algunos fracasos iniciales como bailarina y cantora y participaciones en distintas obras que rondaban (para la época) la “pornografía”,  su suerte comienza a cambiar en 1925 cuando participa en la revista teatral “En la raya lo esperamos” estrenando el tango “Leguisamo solo” grabado meses después con gran éxito por Carlos Gardel.

Tita participa en la primera producción sonora del cine argentino: “Tango”, de 1933, en la que actuaba junto a Azucena Maizani y Libertad Lamarque.  Su carrera como cancionista jamás se basó en sus virtudes técnicas como vocalista sino en su manera de “decir”, de interpretar, en su presencia escénica, en su fuerte personalidad.

A partir de allí tuvo una intensa participación tanto en cine como en espectáculos teatrales y musicales. Durante varios años fue apadrinada por el prestigioso Francisco Canaro.

Desde mediados y hasta fines de los ’40 mantuvo una relación sentimental con el ya muy popular actor Luis Sandrini. Según Tita “en mi vida hubo muchos hombres pero solo un gran amor” refiriéndose al hombre que, decían nuestras abuelas, nos hacía reír y llorar. A finales de la década Sandrini recibe una propuesta para interpretar una importante película en España. Tita, a su vez, es seleccionada para protagonizar “Filomena Marturano” por lo que decide no acompañar al actor en su incursión europea. Algunos historiadores marcan este momento como el final de la relación. Otros dicen que Sandrini ya había iniciado su relación con la actriz Malvina Pastorino. Lo cierto es que “Filomena Marturano” resulta un gran éxito de público debido, fundamentalmente, a la intensidad de la actuación de Tita, quien es calificada como “nuestra Anna  Magnani”, aquella notable actriz italiana célebre por sus fuertes actuaciones acompañadas de una belleza fuera de los cánones.

Tita obtuvo cuatro premios Cóndor de Plata en cinco años. En 1951 por “Arrabalera”, 1952 por la célebre ”Los isleros”, de Lucas Demare; en 1953 por “Deshonra “ y en 1955 por “Guacho”.

Tras la autodenominada “Revolución Libertadora”, que derrocó al gobierno de Juan Perón en 1955, los artistas identificados con el peronismo fueron incluidos en listas negras y numerosas figuras del espectáculo desaparecen de carteleras y son ignoradas por los medios. Y también perseguidas por causas inventadas por los “libertadores”. Tita es investigada por contrabando en una causa que jamás prosperó pero que la alejó de los grandes teatros y las discográficas: sobrevivió trabajando en clubes y parques de diversiones.

IMÁGENES DE TITA

Pasado el tiempo y aflojada un poco la censura explícita empezó a frecuentar el nuevo medio masivo: la televisión. Se la recuerda, por ejemplo, en sus apariciones en el programa “Sábados Circulares”, de Pipo Mancera,  cantando sus éxitos como “Se dice de mí” (A propósito, la letra original de este tango fue compuesta para ser interpretada por un varón y fue modificada para siempre por la versión reescrita a la medida de Tita). Otras interpretaciones inigualables de tangos a cargo de Tita son las de “El Choclo”, “La Morocha” y “Llamarada pasional” (supuestamente dedicada a Luis Sandrini) entre muchos otros. Luego protagonizaría el film “La Madre María”, de Demare y, es sus últimos años de vida, frecuentaría el recordado  show televisivo “Badía y compañía”.

Si bien Tita nunca explicitó una postura feminista fue, en la acción, una mujer fuerte y lo más independiente que pudo ser en su época y en su medio. Su  recomendación ”Muchacha, hacete el Papanicolau”, que  reiteraba en cada ocasión en la que tuviera voz o cámara, provocó ciertas burlas en las revistas de humor del momento. Hoy, por el contrario, se la reconoce como una pionera en la lucha por la prevención del cáncer ginecológico.

Consultados los hombres con quienes trató durante su carrera profesional por Tita destacan dos adjetivos: “fuerte “ y “brava”.

Hecha desde abajo, construida a sí misma como mujer fuerte a partir de la “pobreza y el barro”, la eterna  Tita murió en 2002 en la Fundación Favaloro. Y quedará para siempre la llamada “vedette rea”, la primera mujer a la que se multó por presentarse en el teatro exhibiendo sus piernas hasta los muslos sin medias negras.

Y sin medias tintas.

*El autor dirige el sitio de facebook Metapoesía - Columnista de HoraCero

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