
El hecho maldito del país burgués y las proscripciones
La historia del peronismo muchas veces ha incomodado a los dueños del poder, Por eso sufrió persecuciones y hasta proscripciones como las que reaparecen en estos días.
Además de dejar su opinión sobre el tan usado término "Grieta", el autor de esta nota profundiza en los antagonismos de principios del siglo pasado en la literatura argentina.
Cultura - Literatura 30/03/2022 Daniel Rafalovich*Escribe Daniel Rafalovich*
Hace unos años se instaló (o los medios dominantes instalaron) la idea de que el gran problema de nuestra patria es “la grieta”, aquello que divide a la población en facciones irreconciliables y no nos permite “salir adelante”. Esa grieta, que vendría desde el fondo de la historia, tiene sin embargo un año fundante: 1945. ¡Allí empezó la gran grieta!
Desde esta humilde columna afirmamos fuertemente la necesidad de esa división entre quienes sostienen un orden de monopolios, privilegios, injusticias (una nación para pocos, en suma) y quienes planteamos la necesidad de una sociedad más justa e igualitaria, con democracia real y soberanía. Es más, quienes hablan de “cerrar la grieta” transitando por una ¿ancha? avenida del medio terminan sirviendo a los intereses de los poderosos por el propio peso específico de éstos.
Pero vamos al tema que nos ocupa; la “grieta” literaria que se produjo allá por los años ’20 y ’30 del siglo pasado (y fundamentalmente en los cenáculos de la ciudad de Buenos Aires) entre los grupos de Boedo y Florida. El Grupo de Boedo solía encontrarse en bares de ese barrio y sobre todo en la sede de la editorial Claridad, fundada por el español Antonio Zamora, que editaba una revista (también llamada Claridad) compuesta básicamente de ensayos y relatos cortos y libros a muy bajo precio. En Claridad se congregaba gran parte del pensamiento de izquierda de esos años: socialistas, comunistas, anarquistas.
El Grupo estaba integrado por Leónidas Barletta, Elías Castelnuovo, Alvaro Yunque, Roberto Mariani, entre otros y se constituía como emergente de una clase obrera nativa e inmigrante en formación. Varios de sus miembros eran de extracción obrera y su idea era concretar una literatura de denuncia y que impulsara el cambio social a través del compromiso político. También editaban la revista “Los Pensadores”. Algunos ubican a Roberto Arlt como integrante del Grupo de Boedo pero, en todo caso, su pertenencia fue más ligera o esporádica.
El Grupo de Florida debe su nombre a que sus miembros se reunían en la confitería Richmond, situada en la entonces glamorosa calle Florida o en la redacción de “Martín Fierro”, su revista insignia; dirigida por Evar Méndez, era su órgano de difusión y sus integrantes estaban en contacto con las corrientes artísticas de vanguardia llegadas de Europa. El ultraísmo, el surrealismo, el dadaísmo. Contaban en sus filas no sólo con escritores como Oliverio Girondo, Francisco Luis Bernárdez, Conrado Nalé Roxlo, Leopoldo Marechal, Victoria Ocampo, Jorge Luis y Norah Borges, sino con gran parte de la vanguardia pictórica de la época: Spilimbergo, Forner, Pettoruti, Butler, Xul Solar y Antonio Berni estaban ligados a Florida.
Alguna vez Leónidas Barletta escribió que “Florida pretendía la revolución para el arte y Boedo el arte para la revolución”.
Si bien hubo dardos en una u otra dirección entre ambos grupos, también existieron variados lazos que los conectaban. Florida, como toda vanguardia, rechazaba lo que pretendía imponer el mercado, como el modernismo o el simbolismo, e introdujo el criollismo (expresado en el nombre mismo de su revista) con el apoyo de Ricardo Güiraldes.
En la revista "Proa", otro órgano vinculado a Florida, solían aparecer divertidos “epitafios” dedicados con sorna a los miembros de Boedo. Y éstos no perdían oportunidad de vapulear a los de Florida por su esteticismo y elitismo.
Lo cierto es que varios miembros de Boedo concurrían a reuniones auspiciadas por Florida y viceversa. El poeta (y maestro de poetas) Raúl González Tuñón, por ejemplo, integraba el grupo Florida pero mantenía amplios vínculos personales e ideológicos con Boedo por lo que se lo suele ubicar equívocamente en este último. César Tiempo, integrante de Boedo, era gran amigo de varios “floridistas” y era frecuente el intercambio de textos.
Con el correr de los años la supuesta grieta se fue difuminando y los furores apaciguando. La Guerra Civil Española encontró a los miembros de ambos grupos (bueno, a todo Boedo y la gran mayoría de Florida) alineados con la causa republicana. Y hacía fines de los ’30 ya la rivalidad (real pero también supuesta) entre ambos grupos fue encontrando una síntesis.
Con los años Antonio Berni trabajó intensamente la temática social, Tuñón fue el faro de los nuevos poetas sociales de los ’40, ’50 y ’60. Marechal, que tomó a varios amigos de su juventud como protagonistas (con nombres supuestos) de su novela inicial “Adán Buenosayres” (Borges, Xul Solar, Scalabrini Ortiz, Jacobo Fijman) optó desde el minuto cero por el peronismo y fue inmediatamente estigmatizado por algunos de sus ex-colegas de Florida (notoriamente Victoria Ocampo y Borges).
Tal vez por eso, tuvo una sola crítica entusiasta su “Adán…”.
La de un joven escritor llamado Julio Cortázar que si bien por esos años era tan antiperonista como el que más, ya integraba otra generación en la que los cambios fueron más vertiginosos.
*Daniel Rafalovich coordina el sitio Metapoesía / Columnista de HoraCero
La historia del peronismo muchas veces ha incomodado a los dueños del poder, Por eso sufrió persecuciones y hasta proscripciones como las que reaparecen en estos días.
Esta iniciativa del Ministerio de Cultura de la Nación tiene como objetivo reconocer y fomentar la producción poética argentina. Se distinguirá a tres obras inéditas.
La edición 47 de la Feria comenzó ayer en la Rural, con 500 stands vinculados al libro, la participación de 1500 expositores y 12 salas destinadas a actividades especiales.
Este escritor formó parte del Boom Latinoamericano, pero también fue embajador de México, político, crítico social, historiador, dramaturgo, ensayista y editor.
El escritor y periodista contracultural integró Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota como monologuista, publicó varios libros provocadores y fundó la revista Cerdos & Peces.
Luego del fallecimiento de María Kodama, la esposa y albacea del escritor, familiares de ella hicieron presentaciones judiciales como herederos legales de la obra literaria.
La protesta contra la llegada de Rockefeller es parte de la lucha que reivindica “100 preguntas sobre la educación superior Argentina”, lo nuevo de Mariano Echenique.
Romina Berenice Canet resultó ganadora del 43 Premio Iberoamericano de Poesía por su poemario "La maleza". Es una autora que cruza la poesía con imágenes de impacto.
El cantautor y poeta Fernando Montalbano, dará un recital en El Solar de las Artes integrado por canciones propias y versiones de Serrat, Sabina y otros trovadores.
El "Sabalero" empató 1 a 1 con el equipo de a Sergio Rondina, con goles de Juan Álvarez (40m PT) para el local y de Iván Tapia (16m ST) para el visitante.
En este capítulo, el viajero hace su recorrido desde el Parque Central hasta la Iglesia de San Francisco de Paula, descubriendo arte, patrimonio y religión en cada esquina.
Ricardo Luis Mascheroni, radical alfonsinista y docente universitario, amigo del diputado Leopoldo Moreau decidió escribir públicamente una carta a la Vicepresidenta,
Hija de uno de los dirigentes montoneros, la poeta Amor vivió exilio, dolores y alegrías acompañando a su familia que deambuló por distintas geografías.