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La revista Primera Plana, de Jacobo Timerman a Jorge Antonio

Fue un semanario fundado en 1962 con el estilo de la revista Time y Le Monde de periodismo interpretativo y vinculada a sectores militares que luego mutó peronista.

Cultura - Historia 18/07/2022 Daniel Rafalovich*
EJEMPLARES REVISTAS PP
Una revista que acompañó la vida política del país

RAFA 1Escribe Daniel Rafalovich*

Hacia los años ’60 el mundo cambió. Vaya novedad. Y cambiaron ciertos parámetros de la comunicación y, dentro de este cambio, se puede incluir a la industria editorial.

En nuestra patria se agotaron las revistas que prevalecieron las décadas anteriores (Vea y Lea, Leoplán), una especie de magazines variopintos y amables con un poco (apenas) de actualidad, largas notas sobre temas sociales, turísticos, científicos, hogareños y un toque de humor y curiosidades.

En su lugar fueron surgiendo revistas básicamente de actualidad política, pero que incluían noticias (pagas) del mundo empresarial, daban cuenta de los cambios acelerados de la moda y las costumbres, tenían crítica de espectáculos y de libros, reportajes a personajes diversos, algo de humor y, a veces, un toque de ironía. Seguían básicamente las formas de publicaciones europeas o norteamericanas. Estas revistas fueron, entre otras: Panorama, Confirmado, Análisis, Extra. Y Primera Plana, la que nos ocupa.

Primera Plana (en adelante PP) fue fundada por Jacobo Timerman y Victorio Dalle Nogare en 1962 y estaba vinculada al sector “azul” (liberal) de las FFAA, enfrentado en esa época con el sector “colorado” (nacionalista), al punto que el nombre original de PP iba a ser Azul, lo que resultó imposible por estar registrado ya por el semanario Azul y Blanco. Ambos sectores de las FFAA eran igualmente antiperonistas.

TAPAS DE PP

En 1964 Timerman abandona PP para fundar la revista Confirmado, llevándose consigo a varios de los periodistas de su anterior creación.

En PP quedó Della Nogare como director, Ramiro de Casasbellas como vicedirector, Tomás Eloy Martínez (jefe de redacción) y los secretarios Ernesto Schoo (artes y espectáculos), Roberto Aizcorbe (política), Osiris Troiani (internacional), Julián J. Delgado (economía) y Norberto Firpo (sociedad). A lo largo de la historia de PP (primera época) integraron su redacción nombres como Osvaldo Soriano, Mariano Grondona, Hugo Gambini, Julio Algañaraz, Edgardo Cozarinsky, Juan Carlos Algañaraz, Sara Gallardo, Aída Bortnik, Enrique Raab, Ricardo Frascara, Silvia Rudni, Fanor F. Díaz, Julio Ardiles Gray, Jorge Listosella, Miguel Briante, Marcelo Capurro entre otrxs.

Con la partida de Timerman el vínculo de PP con los militares queda a cargo de Mariano Grondona. La revista, como todas las de su estilo en esos tiempos, estaba dirigido a un público de poder adquisitivo medio y alto. Era liberal en lo político y económico y, podemos decir, “progresista” en lo cultural, a semejanza de sus similares europeas.  

Los editoriales de Grondona instaban claramente a que los militares derrocasen al gobierno radical de Arturo Illia, electo presidente en 1963 gracias a la proscripción del peronismo. La caracterización de Illia como una tortuga, por su supuesta lentitud fue impactante, pero -creo yo- sobreestimada. La bajada de línea golpista se nota claramente en la pluma de Grondona.

La tirada de PP, en principio de 25.000 ejemplares, llegó a los 50 mil al acercarse el golpe de Onganía, en 1966, que dio comienzo a la llamada “Revolución Argentina”. La campaña pro-golpe fue sistemática. En esos tiempos los medios gráficos eran los más influyentes, mucho más que la radio o la televisión. Claro que eran más “racionales” que los desestabilizadores de hoy. No había un equivalente a los Lanata, Echecopar o Canosa, ordinarios, deslenguados, insultantes. Pero los sectores “influyentes” de la sociedad se retroalimentaban con el discurso de PP, Confirmado y otras.

PRIMERA PLANA

Una vez consumado el golpe PP tomó cierta distancia: ser oficialista de un gobierno de facto no da buenos dividendos. Al producirse la intervención a la Universidad en la llamada “noche de los bastones largos” donde fueron expulsados, detenidos y golpeados científicos, profesores y estudiantes, la revista sacó una editorial crítica. Y a medida que avanza la segunda mitad de los ’60 PP va alejándose del onganiato. Sus notas políticas manejan un registro entre confidencial e irónico y cobra cada vez mayor trascendencia la sección de cultura: las notas sobre libros y sobre cine son comentadas y reproducidas ampliamente.  

En junio de 1969 la dictadura clausura la revista argumentando que había puesto en marcha una campaña de información falaz, cuyo objeto era desestabilizar y crear confusión. Ante el cierre, la gente de PP edita Ojo, una revista claramente continuadora de la anterior y cuyo nombre es tanto una definición como una advertencia. A Ojo, que duró un solo número, le siguieron Señoras y Señores y Periscopio, todas continuadoras de PP, que reaparecería en septiembre de 1970, ya derrocado Onganía por las propias FFAA y por la presión popular.

Hacia fines de 1971 se produce un cambio drástico. El empresario peronista Jorge Antonio le compra PP a su entonces propietario Alberto Gabrielli y la revista pasa a convertirse en una especie de órgano no-oficial del peronismo. La revista oficial del justicialismo era Las Bases, que dirigía José López Rega, pero el General Perón usó a Primera Plana, que tiraba 60 mil ejemplares contra 10 mil de Las Bases para dar a conocer su palabra oficial. Jorge Antonio, con cierta cercanía a la JP y otros sectores emergentes del peronismo, escribía las editoriales. Y todo el mundo leía el “Cuadro de situación” semanal que publicaban militantes de los Comandos Tecnológicos Peronistas liderados por el ex Teniente Julián Licastro.

En 1972 PP fue un intenso medio de propaganda para el peronismo que se acercaba a recuperar el poder. Las tapas, a  cargo del dibujante Kalondi, aún son recordadas y la sección de cultura y espectáculos mantuvo su calidad. En el mes de julio de ese año salió como suplemento en dos ediciones consecutivas el texto completo del documental de Pino Solanas y Octavio Getino “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder” en el que Perón se explaya ampliamente sobre su visión del mundo y de nuestra patria. Militantes de la JP se convierten en colaboradores de la revista, que es clausurada el 29 de agosto por la dictadura de Lanusse debido a la cobertura y las denuncias explicitadas en PP sobre los fusilamientos de militantes el 22 de agosto en la base Almirante Zar de Trelew.  

TAPAS DE PRIMERA PLANA

Inmediatamente Manuel Urriza, un joven y combativo abogado peronista, a la sazón director de la PP peronista saca a la calle Nueva Plana, evidente continuadora de la revista que nos ocupa. Esta se mantendría en la calle hasta el fin de la campaña electoral de 1973 que llevó al gobierno a la fórmula Cámpora-Solano Lima, del Frente Justicialista de Liberación.

Y así concluimos con la historia de una revista siempre influyente, siempre atenta a los cambios que sucedían en Argentina y que pasó de ser portavoz de militares antiperonistas a transformarse, en su etapa final, en la voz del peronismo.

A la memoria de Juan José María Ascone, Roberto Carri, Norberto Habbegger, Enrique Raab, Leonardo Bettanín y María Victoria Walsh. Periodistas de Primera Plana muertos o desaparecidos por la última dictadura cívico-militar.

Daniel Rafalovich - Columnista de HoraCero / Director de Metapoesía

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